Ya no sé que decir, ya no sé que hacer.
Al final, sólo puedo amarte.
Sí, amarte, pero en secreto,
un secreto que guardamos vos y yo,
un secreto que escondemos en el corazón,
un secreto que nos lleva a la vida y a la muerte.
Ya no sé que decir, ya no sé que hacer.
Al final, sólo puedo amarte.
Sí, amarte, pero en secreto,
un secreto que guardamos vos y yo,
un secreto que escondemos en el corazón,
un secreto que nos lleva a la vida y a la muerte.
Tantas veces ha sido un «hasta luego» disfrazado de un adiós.
Tantas veces ha sido » , » donde debió ser punto final.
Tantas veces he sonreído cuando he debido llorar.
Y tantas veces he llorado cuando he debido reír.
He alargado historias y he acabado con otras.
Y estoy aquí…
con el corazón y la razón discutiendo,
con el alma y el cuerpo enloqueciendo,
con la vida y la muerte apareciendo.
¿No será mejor…
… decirte adiós?
… mandarte a la luna con un punto final?
… sonreír porque pude amarte, y me amaste?
… llorar porque estoy feliz por tenerte y a la vez triste por tener que dejarte ir?
¿No será mejor escribir y alargar una nueva historia y acabar con la que está escrita ya?